El testimonio de una práctica profesional en un museo
Una práctica profesional siempre deja una marca en la vida de cada estudiante que cursa estudios superiores. El poner en acción cada conocimiento adquirido en años de estudio siempre es un momento importante. Es el caso de Pía Lorca Marchant (24) y Patricio Escalona Laflor (25) ambos estudiantes de cuarto año de diseño en el Instituto Santo Tomás, sede La Serena, quienes pudieron vivenciar como es un museo por dentro. En este caso, el Museo del Limarí.
Tal vez no fue su primera prioridad pero dicen que no se van arrepentidos de haber conformado por un par de meses el equipo de un museo perteneciente al Servicio Nacional del Patrimonio Cultural. Instituciones que otrora eran prácticamente lugares solo reservados a especialistas tales como arqueólogos o paleontólogos hoy son constituidos por profesionales tales como periodistas, historiadores, educadores y por qué no en un futuro por diseñadores.
"En general ha sido una linda experiencia, porque ha sido algo que no esperábamos. Personalmente no conocía el museo y si había venido, fue cuando era una niña. En lo profesional hemos adquirido conocimientos en el área patrimonial del Limarí y también de las actividades que desarrolla el museo tales como talleres y otras acciones destinadas a impulsar el acercamiento con esta unidad", explicó Pía.
Pía y Patricio explican que contaban con ciertas expectativas que se han cumplido siendo lo principal el vivir lo que desarrollarán en sus carreras profesionales con la diferencia de que fue en un servicio público. "Principalmente valoramos las actividades en terreno. Recordamos particularmente cuando fuimos al río a lavar lana de oveja para un taller que recuperaba el arte de hilar la lana. Han sido experiencias verdaderamente enriquecedoras".
Ante la pregunta de cómo se han sentido en su relación con el resto del equipo de funcionarios, explican que sienten que han sido de una gran ayuda para el equipo.
Algunas de las tareas que han llevado estos profesionales van vinculadas con las comunicaciones, realización de afiches, piezas gráficas para redes sociales, videos, entrevistas, fotografía, entre otras las que sin duda han sido un gran aporte para el equipo del museo integrado por 7 personas.
Ideas para el museo
La mirada de los nuevos profesionales siempre es relevante para una unidad y aprovechamos de consultar sobre qué mejorarían del Museo del Limarí.
"Agregaríamos nuevos espacios recreativos como por ejemplo en la parte posterior, con mejores condiciones para la comunidad, tener más áreas verdes con bancos y lugares para que la comunidad pueda conocer el patrimonio en un entorno más amigable y más amplio".
Ambos concuerdan en que la tarea del museo va bien encaminada pero se requiere de abordar otros segmentos de la población: "Va bien encaminada la tarea del museo pero quizás sería positivo tener más difusión, no tanto en redes sociales sino a un público más adulto. Tal vez abordar más el público adulto mayor sin olvidar a los jóvenes con actividades recreativas".
Los adolescentes también son un público que a su juicio podría ser incorporado de alguna manera no solamente con las visitas que realizan los colegios sino que tal vez elaborar estrategias para que se acerquen por iniciativa propia, explicaron.
En resumen añaden que una práctica en un museo es totalmente recomendable porque se puede aprender mucho y conocer a la comunidad en la que se está inserto y entregar conocimientos sobre patrimonio a más personas.
Pía y Patricio continuarán con sus estudios en La Serena ya a pocos meses de culminar sus carreras las que tal vez serán marcadas por la experiencia de vivir… un museo por dentro.