Museo del Limarí recibe a alumno en práctica para el estudio del material paleontológico.
A Sebastián desde niño le gustaron los dinosaurios, pero no fue sino hasta sus salidas a terreno, como estudiante de geología, que se motivó a estudiar con más detención los seres vivos ya extintos, especialmente después de visitar sitios paleontológicos como el cerro Ballena en el desierto de Atacama.
"Aún no defino mi tesis, pero trabajar con este material del Museo del Limarí, podría servirme en caso de que me incline por esta área", comenta Sebastián, quien además nos cuenta que la paleontología en Chile no es un campo muy estudiado por lo que sería interesante seguir en esta disciplina, que además le abre nuevos horizontes a la geología, para que no se quede sólo como un área productiva, sino que también se potencia la parte científica a través de la investigación.
Durante su práctica en el Museo, Sebastián ha estado trabajando en el depósito de colecciones junto a Guillermo Villar, Encargado de colecciones del museo. Allí se ha enfocado al inventario de los huesos de un mamífero, perteneciente a la megafauna extinta del área, que hasta el momento no se ha logrado identificar su especie. Además, ha trabajado en la investigación y redacción de nuevos contenidos para la sala de exhibición del museo, en relación a los restos óseos y subfósiles de megafauna de Quereo, y a los fósiles de dinosaurios y otras especies de fauna y también de flora, encontrados en el sitio paleontológico de Pichasca.